Una gasolinera honesta, que prefiere permanecer en el anonimato para evitar problemas, decide contar todo lo que sucede todos los días en casi todos los surtidores de gasolina distribuidos por toda Italia y que ve a las víctimas, una vez más, a los clientes desprevenidos que tiran cientos de vientos de euros cada año. Estas son estafas reales que la Policía Financiera busca desenmascarar