El camión había estado estacionado durante tres días a lo largo de la carretera estatal 237, en la provincia de Trento, y dentro estaba el cuerpo del conductor que al parecer murió por causas naturales, aunque se están investigando.
En la era de los camiones conectados y el transporte en tiempo real, aún puede suceder que un camionero muera en la cabina debido a una enfermedad y que su cuerpo permanezca acostado durante tres días. Las crónicas de Trentino lo informan, explicando que en la tarde del 13 de noviembre de 2019, la Brigada de Bomberos de Riva del Garda abrió la puerta de un camión articulado detenido durante tres días, encontrando al conductor de 59 años y nacionalidad serbia muerto por algún tiempo.
El vehículo se detuvo en la plaza de un restaurante situado a lo largo de la carretera estatal 237. El forense confirmó que la muerte se produjo por causas naturales. Según una primera reconstrucción, el vehículo se estacionó en la noche entre el 11 y el 12 de diciembre y en la noche del 12 la compañía eslovaca que poseía el vehículo había informado que no tenía noticias del conductor. Por lo tanto, la investigación realizada por los Carabinieri ha comenzado, finalmente encontrando el vehículo articulado en el aparcamiento del restaurante.
El gerente del restaurante le dijo al periódico L’Adige que nadie en el restaurante había notado la larga parada del camión porque el restaurante estaba cerrado por vacaciones: «Si hubiera sido otro día habríamos intervenido antes», explicó.
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