Las buenas costumbres.
Voy a hablar de hace mucho años.
De cuando existía el compañerismo y juro que no es una leyenda urbana.
En mis principios como ya mencioné, tuve la suerte de dar con un señor del asfalto, o como se suele decir, con alguien de esa vieja guardia. Él fue quien me enseñó y me inculcó la esencia de ser un buen compañero.
En nuestros innumerables viajes por esos mundos de dios, donde todo era nuevo para mí, pues hablo de cruzar fronteras, de países que jamás había pisado. Yo por entonces era un novato con ganas de aprender, y cuando me tocaba conducir, este buen maestro reclinaba el asiento del copiloto. Me daba instrucciones concretas. Me decía: cuando llegues a tal punto me despiertas. En ese momento cerraba sus ojos y se evadía de todo lo que giraba a su alrededor. Entonces yo creía que era capaz de tomar las riendas, y de enfrentarme al reto que mi compañero me imponía.
Una noche mientras mi maestro descansaba, yo sentía su respiración, y algún que otro ronquido, y para mi pensaba que estaba dormido. La cosa es que llegando a Hamburgo en Alemania, eran sobre las 2 de la madrugada. En esa hora había poco tráfico, nosotros llevábamos un frigo con lechugas temperatura 3 grados. Un polaco con una lona inició maniobras para adelantarme, pero mi poca experiencia, mi ignorancia, y mi poco compañerismo se alinearon esa noche para darme una lección que jamás olvidaré
Después de varios minutos con el compañero polaco en paralelo intentando adelantarme en aquella carretera donde no había tráfico, Yo no fui capaz de levantar el pie del acelerador para facilitar que este compañero me adelantara, simplemente pensaba que no era necesario ya que no había tráfico. Así anduvimos durante unos kilómetros, yo pensaba que mi compañero dormía y que yo hacía lo correcto, De pronto mi compañero se incorporó al asiento del copiloto y me dijo: Llevo como 5 minutos viendo un camión que quiere adelantar, pero tu no levantas el pie para que el pueda adelantar, Crees ? Que ese comportamiento tuyo es de ser un profesional??
Eso me dio que pensar, entonces me dijo: Es verdad que la mayoría de conductores profesionales, no te facilitan el adelantamiento, tampoco la incorporación, muchos ni te hacen luces para indicarle que puedes meterte a tu carril cuando realizas un adelantamiento, otros muchos cuando te adelantan y tu le haces luces para indicarle que ya pueden meterse a su carril, ni te lo agradecen, pero tu no tienes que fijarte en ellos en los que no tienen ese pequeño detalle que diferencia a un profesional que ama este trabajo y que siente respeto por el compañero
Esa noche aprendí la lección y desde entonces hago luces, facilito el adelantamiento y por supuesto facilito la incorporación.
Gracias maestro por inculcarme estos valores tan simples, pero tan significativos.
Escrito por nuestro amigo Juan Antonio Santiago Cortés
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