A menudo me he preguntado por qué dios no hace que este imán desaparezca de la ecuación del transporte. Aunque vienen generaciones atrás que escuchan en todos los medios que el imán no es bueno, las noticias nos muestran mensualmente si no semanalmente, casos de accidentes provocados por camiones frente al cansancio del conductor, siendo el tacógrafo más frecuente fuera de uso con la ayuda de un imán. Y la respuesta es bastante simple…
Debido a que las multas son demasiado indulgentes y a medida que se formulan las leyes de Transporte, el diablo cae más sobre la cabeza del conductor. Si pensamos lógicamente las leyes no tienen sentido, el conductor es el único culpable si pone el imán.
En realidad nadie puede obligarte a hacer trampas en los tiempos de conducción y descanso. Hay una idea en la sociedad: «Mi jefe me obliga a poner el imán, de lo contrario me despedirán». Pero es una excusa sin fundamento. En realidad nadie puede obligarte a hacer con un camión lo que no sea normal.
Cerrar la empresa en el acto: ¿la solución para retirar el imán?.
Por lo tanto, los tiempos en los que vivimos pueden considerarse anormales para deshacerse del imán se necesitan soluciones anormales.
Una de las soluciones, por aberrante que parezca sería cerrar la empresa de transporte en el acto, cómo en caso de que los agentes de inspección descubran en el tráfico un camión de transporte con el imán en función, sin discusión alguna si no le importa la multas, si los conductores son algo descuidados con las consecuencias que entrasen, deben tomarse medidas mucho más drásticas
Cerrar la Empresa es como mucho la medida más drástica que se puede tomar, y la considero necesaria. Desafortunadamente, nos hemos convertido en el tipo de gente hipócrita que grita «ladrones, ladrones» a los gobernantes que tienen en sus manos dinero público pero no solemos mirar en nuestro propio patio trasero. Y el imán también es una especie de robo. Probablemente la ley nunca existirá, como los intereses son muy altos y la presión nunca permitirá el surgimiento de un estado de normalidad.
El transporte en Europa sube a niveles de antes de la pandemia, por esto mismo nos lo tendríamos que hacer mirar.
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